Neko

6.12.05

Alameda de las Delicias

La Alameda originalmente era una brazo del río Mapocho. En una comienzo era un espacio no mayor de quinientos metros y estaba rodeada por numeros templos (Carmen de San José, San Juan de Dios, San Francisco, La Soledad, Las Claras y el santuario de la Virgen Santa Lucía). En la segunda mitad del siglo XVIII la Cañada se extendía hacia el poniente hasta la plazuela de San Lázaro. Tomó el nombre de Cañada de Saravia por las quintas, cercanas a ella, que poseían los marqueses de la Pica Bravo de Saravia.
En el siglo XIX fue Don Bernardo O´Higgins quien delineó la actual Alameda que lleva su nombre. Por las sombras que se encontraban en sus orillas comenzó a llamarse "de las Delicias". La Alameda, al comienzo de la República, empieza a ser la arteria principal de Santiago. Cuatro hileras de álamos que en 1809 introdujera al país el provincial franciscano Javier Guzmán crecían a gran altura formando canales de cielo azul en el espacio.
Entre las filas de árboles corrían pequeñas acequias de agua. Al centro quedaba el paseo mantenido por una gruesa capa de arena. Éste era interrumpido por espacios circulares (óvalos). En las tardes, las bandas de músicos tocaban en los óvalos y los paseantes se saludaban y conversaban. El lujo de la Alameda eran sus grandes bancos de piedra pulida, labrados en forma de lechos griegos, y donde las damas, al bajar de sus calesas, descasaban y se hacían servir refrescos de los cafés vecinos.
En la Alameda las reuniones sociales se verificaban en la mañana, después de misa, y en la tarde, después de la novena.
Actualmente, la Alameda continúa siendo la principal arteria de Santiago. Ella une la capital de oriente a poniente (con diferentes nobres dependiendo de la comuna). Más que centro de reuniones sociales, al igual que la Plaza Italia, es lugar de manifestaciones y celebraciones.
(Fuente: "Santiago: Nueva Antología", Ilustre Municipalidad De Santiago, Editorial Mar del Sur, Santiago, 1981)